Agentes Fisicos


La Electroterapia
La electroterapia tiene que basarse en el comportamiento del organismo ante las aplicaciones de las técnicas que comportan la aplicación de energía eléctrica, energía magnética, electromagnética combinada, luz, e incluso ultrasonidos, aunque estos no están formados por energía electromagnética.
Por ejemplo: la base de la electroterapia de respuesta motora y sensitiva de baja frecuencia se halla en la respuesta ante diferentes parámetros de forma, tiempos e intensidades de los pulsos, anotando sus respuestas en gráficas características denominadas curvas I/T – A/T.
No es concebible que un fisioterapeuta no domine la técnica de esta exploración y su interpretación. La prueba es muy semejante a una audiometría. ¿Podemos imaginar que un ORL no sepa hacer una audiometría?
Estas curvas realmente no nos interesan por su enfoque diagnóstico, sino por su capacidad para indicarnos la metodología a utilizar con el paciente para un correcto tratamiento.
En esta breve introducción podemos resumir y representar tres comportamientos característicos de las curvas, en otro punto se profundiza más sobre PARALISIS PERIFERICAS



Curvas I/T - A/T de normalidad
Curvas (I/T - A/T) de normalidad.
Curvas I/T - A/T de denervación periférica                                                                   Curvas (I/T - A/T) de denervación.
-- Su principal utilidad se basa en obtener los datos para realizar tratamientos con precisión a la hora de diseñar corrientes para fortalecimiento muscular. -- Sirven para apreciar el grado de respuesta neuromuscular en una parálisis periférica y establecer los parámetros de tratamiento adecuados .



Efectos fisiológicos de la electroterapia
excitomotriz

Las corrientes más utilizadas para el fortalecimiento muscular son las de tipo bifásicas (BF), las monofásicas, las interferenciales, las farádicas y las corrientes rusas (o de Kotz). Está demostrado que la estimulación eléctrica sigue un orden de secuencia, que es el de estimulación sensorial primero, seguido por la estimulación motora y después la estimulación dolorosa. Según lo anteriormente planteado, las corrientes BF son las más eficaces, porque en niveles máximos de estimulación motora logran alcanzar efectos de fortalecimiento e hipertrofia muscular sin dolor.
Además, es un tipo de corriente útil para el fortalecimiento tanto del músculo sano como del enfermo, ya que incluye mecanismos similares a los del entrenamiento físico; sirve para reeducar y permite el reclutamiento selectivo de las fibras II, lo cual ofrece mayores posibilidades de ganancias en fuerza. Esta corriente tiene la ventaja adicional, que retarda los cambios bioquímicos e histológicos que acompañan la atrofia muscular de los cuádriceps, como por ejemplo, después de cirugías de reconstrucción de rodilla. Estos resultados obtenidos con las corrientes BF, no se logran con otras corrientes como las farádicas, ya que estas solo logran mantener la fuerza y el trofismo muscular en niveles próximos al umbral de intolerancia.9
Hoy día se conoce perfectamente, el mecanismo mediante el cual, el estímulo eléctrico genera una contracción muscular. Lo primero que ocurre es una despolarización a nivel de la membrana de la célula muscular o nerviosa. Se origina un potencial de acción que es, a su vez, el encargado de producir la contracción muscular. La contracción muscular resultante está influenciada por varios factores. Entre los factores que influyen en la respuesta neuromuscular se encuentran la intensidad, la duración del impulso, la pendiente del impulso, así como la frecuencia empleada.10,11
Factores que influyen en la respuesta
neuromuscular
Intensidad. Si se estimula un músculo o un nervio a partir de una intensidad cero, los primeros estímulos no provocan contracción muscular. Si se aumenta la intensidad, el primer umbral que generalmente se consigue es el sensitivo, o momento en que el paciente percibe el paso de la corriente. Si se aumenta más subiendo la intensidad, llega un momento en el que el músculo comienza a contraerse; a este estímulo se le denomina estímulo umbral. Este umbral de excitación marca el límite entre una intensidad eficaz e ineficaz. Al aumentar la intensidad del estímulo, la contracción se hará cada vez más evidente, hasta que llega un momento en el que la amplitud de la contracción deja de aumentar y permanece estable, llegando al estímulo supramáximo.
No se debe olvidar lo citado por Poumarat et al.12 que a mayor intensidad de estimulación, mayor contracción muscular; sin embargo, se debe tener precaución de no producir sensaciones muy molestas en el paciente, ya que este es otro factor del cual depende el éxito de un programa de electroestimulación.
Reobase. Cuando se habla de la intensidad de la corriente, mención especial merece el concepto de reobase; que se define como el valor de la intensidad del estímulo umbral cuando se utiliza impulsos rectangulares de 1 s de duración.
Duración del impulso. De manera general, cuanto menor sea la duración del impulso, mayor será la intensidad que se tiene que emplear para producir una contracción umbral.
Cuando la relación de intensidades y las duraciones de impulso se registran en un sistema de coordenadas, se conforma una curva a manera de hipérbole equilátera, que se denomina curva intensidad-tiempo (curva I/t). Esta curva es la resultante de un procedimiento muy útil que se denomina electrodiagnóstico, y que define para cada paciente individual, y para cada etapa evolutiva en particular, los parámetros ideales de estimulación para alcanzar los objetivos propuestos.
Es posible comprobar que tiempos de impulso por encima de 1 ms son útiles para estimular el músculo. Mientras que tiempos de impulso por debajo de 1 ms son útiles para estimular directamente el nervio. Siempre es muy importante tener en cuenta el tiempo o período de reposo (período refractario) para cada estimulación.
Cronaxia. se define como el valor de la duración de un impulso rectangular capaz de producir una contracción umbral, cuando se utiliza una intensidad el doble de la reobase. En la práctica, un valor amplio de cronaxia se relaciona con un mayor grado de denervación. O sea que se requiere un mayor tiempo de impulso para reclutar la cantidad de unidades motoras para la contracción muscular.
Pendiente del impulso. Consiste en la rapidez con la que la corriente alcanza su máxima intensidad. Se plantea que si la corriente se establece progresivamente, no se produce la contracción muscular, a menos que se eleve la intensidad suficientemente. Es decir, si la pendiente es muy larga, se deben emplear intensidades altas para producir la contracción. A este fenómeno se le llamó acomodación y al calcularlo, tiene valores comprendidos entre 4 y 6, cuando se trata de un músculo normal.
El músculo en su estado normal responde bien a corrientes con impulsos rectangulares de corta duración (menor que 10 ms) denominados estímulos farádicos. Como se sabe, los impulsos rectangulares tienen siempre una pendiente de ascenso y descenso, muy abrupta. Si a un músculo normal se le aplica una corriente con un impulso de ascenso lento como puede ser sinusoidal o triangular, en la medida que aumenta la intensidad, se produce el proceso de acomodación y la resultante es que no se obtiene la contracción que se quiere, aunque sí es posible encontrar el umbral de dolor y hacerse intolerable la corriente. Por su parte un músculo atrofiado, necesita impulsos de mayor duración que permitan “despertar” o estimular la mayor cantidad de unidades motoras, incluso si posee algún grado de denervación, entonces no es posible conseguir una buena contracción, si no se utilizan estímulos de corrientes progresivas, como la triangular y la sinusoidal.
Frecuencia del impulso. Este es un parámetro que se puede utilizar en dependencia del tipo de fibra muscular que se quiere estimular; se trataría de estimular a la fibra muscular con frecuencias similares a las propias de la fisiología muscular

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