Las cadenas musculares representan circuitos en continuidad de
dirección y de planos a través de los cuales se propagan las fuerzas
organizadoras del cuerpo.
Para la comprensión íntima del ser humano, es necesario tener en
primer lugar una buena comprensión de la organización fisiológica del
cuerpo, para seguir mejor la instalación inteligente de los esquemas
adaptativos, de los esquemas de compensación, de la patología.
El cuerpo obedece a tres leyes:
- Equilibrio
- Economía
- Confort (no dolor).
En el esquema fisiológico, el equilibrio, con toda su dimensión
parietal, visceral, hemodinámica, hormonal, neurológica es prioritaria y
las soluciones adoptadas son económicas. Como el esquema de
funcionamiento es fisiológico, es naturalmente confortable.
En el esquema adaptativo (curvado), la organización del cuerpo
tratara de conservar el equilibrio, pero concediendo prioridad al no
dolor.
El hombre está dispuesto a todo para no sufrir. Hará trampas, se
curvará, disminuirá su movilidad en la medida en que sus adaptaciones
defensivas, menos económicas, le harán recuperar el confort
Nuestro confort y nuestro equilibrio se pagan con un gasto superior
de energía, que se traduce en un estado de fatiga más importante. Si
el juego de compensación muscular no es suficiente para disimular, el
paciente no podrá mantener su verticalidad e ingresará en la cama.
El hombre en bipedestación tiene un compromiso entre la verticalidad y la necesidad de ocultar sus problemas de todo tipo.
La organización general del cuerpo responde a una necesidad de relación en la vida.
El cuerpo está preparado para observar, percibir, reaccionar, dar.
El hombre en bidepestación se tendrá que adaptar a la gravedad,
asegurar su equilibrio, programar su gesto, para tomar, para dar, para
crear.
Las cadenas musculares asegurarán estas funciones.
La buena coordinación de la organización general pasará por las fascias
De origen mesodérmico, todas las estructuras conjuntivas
(aponeurosis, vainas, tendones, ligamentos, cápsulas, periostio,
pleura, peritoneo...) forman parte, en el plano funcional, de una única
fascia.
Ésta forma el envoltorio superficial del cuerpo y, por sus
ramificaciones, penetra en la profundidad de las estructuras hasta el
envoltorio de la célula.
Esta tela fascial fijada por el cuadro óseo no aceptará que la tensen.
Toda demanda de longitud en un sentido necesitará un préstamo del
conjunto de la tela fascial. Es preciso que la resultante de las
tensiones que se aplica sobre ella esté en una constante fisiológica.
Si este crédito de longitud no se puede conceder, se produce una
tensión dolorosa, desencadenando por vías reflejas tensiones musculares
(no dolor).
Las fascias ligan las vísceras al cuadro músculo-esquelético. Se
percibe la importancia de la buena relación articular, de la buena
estática y de la buena movilidad de este cuadro.
Las funciones están catalizadas por el movimiento de las
estructuras periféricas. Si la movilidad del cuadro músculo-esquelético
se altera, tendremos una reducción de la velocidad de una o varias
funciones viscerales.
En contrapartida, la disfunción de un órgano, con fenómenos de
congestión o esclerosis, modificará, por su pesadez o su retracción, su
sistema de suspensión fascial.
La víscera puede ser una de las causas de la desviación de las estructuras con pérdida de movilidad.
Cuanto más se avanza en la investigación más sorprende la importancia de las fascias.
El tratamiento por las cadenas musculares es en realidad un trabajo de las fascias.
Los músculos están contenidos en vainas interdependientes. El
reequilibrio y las tensiones pasarán por el tratamiento de estos
envoltorios. El músculo no es más que un "peón" al servicio de la
organización general, es decir, al servicio de las fascias.
El tratamiento deberá siempre buscar las causas a través de la lógica, la comprensión y el respeto de las estructuras.
El cuerpo debe aceptar el tratamiento que le propongamos.
Por ejemplo, el tratamiento para las cadenas mio-fasciales deberá
tener en cuenta la calidad de la trama fascial. Para pedirle que
vuelva a dar e i alargamiento, todavía debe estar en disposición de
hacerlo. Cuando se conocen las relaciones estrechas de las fascias con
la nutrición, el drenaje, li defensa, nos damos cuenta de que la
recuperación de su fisiología mecánica sólo será posible si la
ayudamos en otras funciones.
De ahí la importancia del enfoque manual en el campo visceral y craneal.
La relación "continente-contenido" está en la base de la comprensión y del tratamiento.
Como que se ha obtenido la remodelación de las fascias por el
tratamiento de las cadenas, sólo entonces podremos rearmonizar de forma
eficaz y duradera su movilidad.
El cuerpo humano durante la bipedestación y la marcha ha de luchar
contra la gravitación manteniendo el equilibrio; que es dado por la
acción de diversos músculos que iré desarrollando detalladamente.
Cadena estática posterior (CEP)
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El equilibrio propio del cuerpo está basado en un desequilibrio basta señalar (anexo 1) varios puntos importantes tales como:
- La línea de gravedad cae delante de los maleolos
- El peso de la cabeza esta colgando delante con relación a esta línea es decir quedan 2/3 por delante de la línea de gravedad y 1/3 por detrás de la misma
- El resultado de ese desequilibrio anterior alto y bajo tensa las fascias posteriores preferencialmente (lig. Cervical posterior, aponeurosis dorsal y lumbar). Estos elementos conjuntivos forman la cadena estática posterior.
- La cadena estática posterior tiene las cualidades de economía y sobre todo de propioceptividad para gestionar el reequilibrio por las informaciones que envia a los paravertebrales.
- Ya que el hombre esta construido en un desequilibrio anterior, es normal que los factores estáticos estén localizados preferencialmente hacia atrás para oponerse a ello.
Las fascias bajo diferentes formas, están presentes en todo el
cuerpo y lo compartimentan. Tienen un papel que ha sido poco puesto de
manifiesto: es el de formar el envoltorio periférico del cuerpo.
Esta fascia periférica se comportará como el envoltorio de un muñeco hinchable.
Hinchado, ¿por qué
- Por la presión intra-torácica.
- Por la presión intra-abdominal.
- Por las presiones internas.
La estática depende de cuatro factores (Anexo 2):
- El esqueleto: cadena ósea.
- Las fascias: especialmente cadena facial posterior valorada por lo dicho anteriormente sobre el desequilibrio anterior.
- La presión intra-torácica.
- La presión intra-abdominal.
Estos dos últimos dan una respuesta al desequilibrio anterior por un apoyo anterior hidroneumático (estabilidad).
La relación fascias- presiones internas es el principal factor de la estática
¿Y los músculos?
Aunque la concepción clásica les atribuye mucho valor en esta función estática, sólo tienen un PAPEL SECUNDARIO.
Aunque la concepción clásica les atribuye mucho valor en esta función estática, sólo tienen un PAPEL SECUNDARIO.
En efecto, no están hechos para una acción constante, gastarían
demasiada energía, se contracturarían sin respetar ni la ley de
economía ni la ley de confort.
LA PRUEBA: retiremos al sujeto este apoyo confortable y económico haciéndolo adelgazar rápidamente.
Se "deshincha" el continente, es decir, las fascias son más grandes
que el contenido, los músculos tienen entonces que asumir esta función
estática constante.
Resultado, en todas las personas que pierden peso con demasiada rapidez aparecen:
- contracturas paravertebrales (se reclama demasiado al músculo),
- tendinitis (la inserción se acopla mal con una tensión continua),
- una gran fatiga (escapes de energía por la vía muscular).
En una segunda etapa, las fascias se retractan, se ajustan al
contenido, el cuerpo recupera sus apoyos a nivel de su envoltorio
periférico, los músculos pueden relajar su esfuerzo y la sintomatología
citada anteriormente desaparece.
La gravitación pone en valor la relación fascias-presiones internas y potencia la reacción de las fuerzas internas.
¿Y el equilibrio?
Los músculos espinales son correctores, guardianes del equilibrio,
actuarán a "bocanadas", o por "ráfagas", causando oscilaciones
antero-pos-teriores (relación con las cadenas rectas), pero también
circulares (relación con las cadenas cruzadas).
Al elegir esta posición relativamente en desequilibrio hacia delante,
el cuerpo mantiene las cadenas musculares posteriores en estado de
vigilancia (seguridad). Las informaciones propioceptivas participan en
la recarga del sistema reticular. Es importante señalar esta
preocupación de recuperación de energía en el funcionamiento del
cuerpo.
Además, esta posición reduce la inercia del cuerpo, que será puesto en movimiento rápidamente.
Actualmente, la tecnología aeronáutica trata de construir aviones
Estables, por lo tanto... manejables. Esta evolución se ha hecho
posible por el progreso de los ordenadores que aportan las correcciones
y la fiabilidad. Nos podemos maravillar con estos progresos... pero
este acontecimiento me recuerda la reacción de Monsieur Jourdain... ya
que hace mucho tiempo que la fisiología humana ha adoptado y probado la
justeza de esta solución: nuestro cuerpo es inestable (oscilaciones de
la línea de acedad) y sus ordenadores, cerebelo, oído interno,
cerebro, no tienen equivalentes todavía.
Sistema de autocrecimiento
El crecimiento va acompañado de un borramiento de las curvaturas cal. lumbar y de un enderezamiento de la columna dorsal.
Cuanto más erguidos estamos, más precario es el equilibrio.
Cuanto más se adopta la posición erguida, más se reclama a las
fascias en el sentido vertical. Se registra un acercamiento de la línea
anterior y de la línea posterior del cuerpo hacia la línea de gravedad
(que es la resultante). Lo que se gana en acercamiento se recupera en un
plano vertical.
Pero todo esto también va dirigido a una disminución de la
estabilidad, por lo tanto, de una mayor solicitación de las fascias
posteriores
A partir de esta tensión del ligamento cervical posterior, de la aponeurosis dorsal y de la aponeurosis lumbar, se organizará el sistema de auto-crecimiento (Anexo 3).
A partir de esta tensión del ligamento cervical posterior, de la aponeurosis dorsal y de la aponeurosis lumbar, se organizará el sistema de auto-crecimiento (Anexo 3).
Como que se tensa el plano fascial posterior, puede convertirse en un
tabique de fijación para los músculos que se insertan en él.
El cráneo, el tórax y la pelvis se convierten en zonas de relativa fijación.
A nivel lumbar
La aponeurosis lumbar solicitada en el sentido vertical provocará la supresión de la lordosis lumbar por sus relaciones con las apófisis espinosas. (Anexo 4).
La aponeurosis lumbar solicitada en el sentido vertical provocará la supresión de la lordosis lumbar por sus relaciones con las apófisis espinosas. (Anexo 4).
Si se tiene que utilizar la musculatura para confirmar el
auto-crecimiento, podrá servirse de la caja torácica y de la pelvis
como zona de fijación.
El cuadrado lumbar
Presenta tres tipos de fibras (Anexo 5):
- fibras verticales que unen la última costilla (tórax) con la cresta ilíaca (pelvis),
- fibras oblicuas que unen la última costilla (tórax) con las apófisis transversas de las cinco vértebras lumbares,
- fibras oblicuas que unen la cresta ilíaca (pelvis) con las cuatro primeras transversas lumbares.
Presenta tres tipos de fibras (Anexo 5):
- fibras verticales que unen la última costilla (tórax) con la cresta ilíaca (pelvis),
- fibras oblicuas que unen la última costilla (tórax) con las apófisis transversas de las cinco vértebras lumbares,
- fibras oblicuas que unen la cresta ilíaca (pelvis) con las cuatro primeras transversas lumbares.
En el sistema de auto- crecimiento, las fibras verticales sufren una
influencia excéntrica por el hecho de una puesta en tensión de todo el
plano posterior.
Las fibras oblicuas podrán actuar a partir de sus puntos fijos
torácicos e ilíaco. La resultante de su acción es el enderezamiento de
la columna lumbar.
Esta acción es parecida a los resultantes de los isquiotibiales y de
los gemelos, que tanto pueden efectuar la flexión de la rodilla, como
la extensión. Su acción es inversa en función de sus puntos fijos.
El plano más posterior
L3 puede ser arrastrada hacia por las fascias lumbares del dorsal largo (procedente del hueso ilíaco y que se inserta en las transversas de L3) (Anexo 6).
L3 puede ser arrastrada hacia por las fascias lumbares del dorsal largo (procedente del hueso ilíaco y que se inserta en las transversas de L3) (Anexo 6).
En el sistema de auto- crecimiento, el tórax sirve de punto fijo a los músculos espinales.
- Epiespinosos
- Dorsal largo (porción torácica)
- Iliocostal
Estos músculos pueden influir desde el tórax sobre el retroceso de L3, es decir, el ápex de la curvatura lumbar.
La suma de estas dos influencias confirma la posibilidad de deslordosis lumbar.
El plano anterior
Participación de la cadena de flexión CDF que colabora:
Participación de la cadena de flexión CDF que colabora:
- por su tono de base por medio del sistema antigravitacional,
- por sus contracciones voluntarias por medio del sistema de auto-crecimiento.
Esta actuación de la CDF tiene dos ventajas (Anexo 7):
- favorecer una pelvis fija para la musculatura posterior,
- aumentar la presión intra-abdominal. Pudiendo ayudar el contenido a modificar la pared posterior del continente.
En conclusión, a nivel lumbar, el sistema de crecimiento (deslordosis) es r ala columna.
En efecto, la presencia de la aorta en la cara anterior de los
cuerpos es exige la protección de las estructuras óseas y del lecho
fibroso rilares del diafragma (paso a este nivel de la línea de
gravedad).
Se comprende que a la altura de la columna lumbar no haya sistema
anterior de crecimiento, ya que no es aconsejable la "cercanía" aorta.
Se comprenderá que a nivel cervical, por razones idénticas, el
sistema de autocrecimiento estará detrás de la columna y que los
músculos presentes en la cara anterior, con su potencia "ridícula"
tengan otro papel.
La columna lumbar así enderezada sirve de punto fijo al músculo
transverso del abdomen. Durante el crecimiento, el transverso se
contrae, acercando la línea anterior a la posterior y facilitando dicha
actitud.
Además, el diafragma gana longitud en su dimensión antero-posterior y
no va en contra de este nuevo posicionamiento que ocasionará la
elevación torácica.
A nivel dorsal
Se ha empezado a explicar la necesidad de una superficie lisa para el deslizamiento del omoplato y para la adaptación a la gravedad. (Anexo 8)
La columna dorsal, por tanto, no puede estar equipada con voluminosos músculos en su famosa zona ingrata.
Quedan dos posibilidades para este sistema de crecimiento:
- en primer lugar, colocar los músculos por encima y por debajo de esta zona ingrata,
- segundo, reclutar lateralmente a nivel de las cadenas cruzadas que detallaremos más adelante.
En primer lugar:
- por encima: se encuentra el serrato dorsal craneal,
- por debajo: el serrato dorsal caudal.
Su acción conjugada a través de la aponeurosis dorsal da una resultante de descifosis.
En segundo lugar:
Se reclamarán las cadenas cruzadas que salen de la línea alba con
los oblicuos mayores + serratos mayores + romboides (Anexo 9).
Este cinturón, al contraerse, acerca las líneas anteriores y
posteriores. Ello favorece el sentido del borramiento de la curvatura
dorsal y del crecimiento.
La contracción de esta cadena cruzada aplica los omóplatos sobre la
parrilla costal. Los omóplatos actúan como rótulas de extensión por la
caja torácica.
Este sistema es especialmente activo para el crecimiento.
Es importante observar que este sistema de borramiento de las
curvaturas (crecimiento) sólo puede funcionar si las estructuras
mio-fasciales conservan sus posibilidades de alargamiento, si no es
así, los mismo músculos pueden provocar el efecto inverso, es decir, el
aumento de las curvaturas y el hundimiento.
No se puede cerrar este capítulo sin tratar del transverso espinoso, (en caracteres más anchos).
El transverso espinoso
Hemos considerado el sistema recto y el sistema de auto-crecí-miento sin hablar del transverso espinoso. En efecto, no tiene el papel cuantitativo que se le ha querido dar.
Hemos considerado el sistema recto y el sistema de auto-crecí-miento sin hablar del transverso espinoso. En efecto, no tiene el papel cuantitativo que se le ha querido dar.
Es, como todo músculo monoarticular, el guardián de la buena
relación de las superficies articulares posteriores. Demasiado cerca de
la articulación, no puede tener un papel de fuerza.
En la estática, es el guardián del equilibrio, tendrá una acción
correctora a "bocanadas" o a "ráfagas" sobre las superficies
articulares. Actuará sobre la plataforma vertebral como los motores de
los pilares de una plataforma de perforación en el mar.
En la dinámica, el transverso espinoso controlará el deslizamiento
armonioso de las superficies articulares. Deja actuar bajo su control.
Su trabajo está regulado por las informaciones propioceptivas de las
estructuras fibrosas, cápsulo-ligamentarias subyacentes es el ligamento
activo. Frenará todo movimiento que perjudica al sistema ligamen-tario
(no dolor).
Si este "guardián" está fatigado, o no acaba de estar "despierto",
no controlará el deslizamiento de superficies articulares, permitiendo
así la instalación de un estiramiento del sistema cápsulo-ligamentario
y, más importante aún, de un esguince vertebral, incluso sin esfuerzo.
Se comprende así que determinados pacientes puedan presentar una
subluxación vertebral al inclinarse para lavarse los dientes por la
mañana.
Como que el transverso espinoso no acaba de estar "despierto",
reacciona con retraso y con mayor potencia que la agresión que han
sufrido las estructuras ligamentarias. Puede que en esta contracción de
urgencia él mismo sea la causa de una desarmonía articular.
Si el sistema cápsulo-ligamentario de las articulaciones posteriores
"sufre", tendremos una contracción profunda del transverso espinoso.
Mientras los sujetos permanecen en la cama, las superficies
articulares ya no están en peligro, al no ser ya útil la noción de
vigilancia del transverso espinoso, la contractura defensiva ya no es
necesaria y puede desaparecer. Las superficies articulares recuperan su
libertad de deslizamiento.
Si el movimiento de lesión vertebral ha sido importante, no bastará
el reposo, se tendrá que normalizar la relación de las superficies
articulares a fin de hacer ceder la contractura profunda que se ha
hecho inútil.
Una contractura muscular es siempre lógica, es un sistema de
seguridad, es necesaria. Sólo se la puede tratar haciéndola inútil, es
decir, cualquier intervención que provoque su relajación imperativa sin
tener en cuenta su utilidad sólo puede hacer más frágil el esquema de
funcionamiento.
El transverso espinoso es claramente el "guardián" del juego de las
articulaciones vertebrales, el "guardián" del equilibrio; su acción es
intermitente, rítmica.
En la estación erguida máxima, se le recluta, sin embargo, para un
trabajo constante a fin de asegurar la buena coaptación de las
superficies articulares cuando el equilibrio es precario.
Pero esta acción continua, constante, sólo puede ser de corta
duración, de otra forma nos encontraríamos en la lógica de la
contractura, de los dolores musculares, tendinosos, óseos.
A esto se añade un déficit de vascularización; al no relajarse la
tensión muscular, se desencadena una atrofia por exceso de trabajo
constante. Como todos los músculos mono articulares, el transverso
espinoso debe jugar un papel propioceptivo, intermitente, rítmico...
No es un músculo de la estática, es un músculo del reequilibrio.
CONCLUSIÓN
El sistema Anti-Gravitacional (SAG) está encargado de asumir la
gravedad manteniendo el cuerpo en equilibrio. Este sistema está basado
en la relación: Gravedad - Presiones internas - Fascias - Reacción El
SAG comprende el esqueleto, las fascias (cápsula, ligamento, tendón,
vaina, aponeurosis) y los músculos monoarticulares (para el
equilibrio).
El SAG recupera la energía de la gravedad (ley de la economía) para
aumentar su calidad de resorte de las estructuras. Se recarga
directamente por la dinámica mental del sujeto.
El SAG se convierte en un sistema de auto-crecimiento cuando recluta músculos para tender al borramiento de las curvaturas.
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